jueves, 2 de diciembre de 2010

La trastienda: ¡Vamos a ser padres!

Voy a ser padre. Bueno, vamos a ser padres. Lo que ocurre es que en lugar de ecografías nosotros tenemos mapas. Somos padres adoptantes.

Ya llevamos tiempo desde que iniciamos este proceso. El de ser padres, digo. Primero con los intentos, las ilusiones y las esperanzas. Las primeras decepciones. Hasta que tomamos la decisión de adoptar. Desde entonces estamos embarazados, administrativamente hablando. Y somos felices, estamos muy ilusionados, a la vez que armados de paciencia, porque esto es muy largo.

Recibimos nuestro curso correspondiente, uno para la adopción internacional y otro para adopción nacional. La verdad es que nos supuso afrontar la paternidad desde otros puntos de vista a los que nos estamos habituados en nuestra sociedad.

Luego fuimos valorados por un equipo de psicólogos, trabajadores sociales, etc. Revisaron nuestro pasado, nuestro presente. Comprobaron si nuestro hogar era adecuado. Cotejaron nuestros ingresos, nuestros gastos. Indagaron sobre nuestras relaciones sociales, nuestra relación de pareja. Todo. Finalmente, conforme a la legislación, las autoridades declararon que somos idóneos para realizar una adopción internacional.

A partir de ahí, tuvimos que elegir un país donde adoptar. Cada país tiene un procedimiento distinto y exige unos requisitos diferentes. Esto complica un poco el proceso. No siempre se puede adoptar en todos los países, y cada país tiene sus ritmos y sus tiempos de espera. Nosotros nos decantamos por Rusia, que en el momento de nuestra decisión era el país que tenía un procedimiento más rápido.


Una vez que supimos a donde iríamos, elegimos la entidad que nos asesoraría y  gestionaría el proceso de adopción en Rusia. Es lo que se llama Entidad Colaboradora en Adopción Internacional (ECAI), que ha de estar acreditada en Andalucía y en el país de origen del menor. Nuestra ECAI es ANDENI en colaboración con AAIM.

A partir de ahí tuvimos que preparar muchísima documentación, legalizarla, apostillarla, pasarla por notario, etc. Un calvario administrativo. Finalmente pudimos presentar nuestro expediente, que llegó a Moscú el 14 de abril de este año. Ese momento fue para nosotros como la primera ecografía.


Ya sabemos de donde vendrá nuestro hijo (o hija). Desde entonces esperamos noticias.

Primero, nos deben asignar una región. Viajaremos a Rusia a conocer a la niña (o al niño). Si todo va bien, regresaremos a España y prepararemos nueva documentación para preparar la vista judicial. Nos darán fecha de juicio. Volveremos a Rusia. Si, de nuevo, todo va bien, pasaremos el juicio y por fin nuestro hijo (o hija) será nuestro. Pero deberemos esperar a que la sentencia sea firme. Nuevos papeleos en Rusia. Regreso a España y nuevos papeleos. Vuelta a Rusia a recoger a nuestra hija (o hijo). Nuevos papeleos. Y por fin nuestro hijo o hija será nuestro. Seremos padres. Por fin. Y hasta la mayoría de edad seguiremos con lo papeleos. Benditos papeles que nos traen nuestros deseos.

A cada paso de este frío trámite, en cada etapa del proceso, hemos puesto una tremenda carga emocional, moral y física. El simple hecho de legalizar una fotocopia del DNI  es un triunfo que nos permite estar más cerca de nuestro hijo (o hija).

Es un proceso en el que no todos los días tienes las mismas fuerzas o la misma paciencia y que procuramos llevarlo con la mayor tranquilidad posible, sin angustias. Somos felices sin hijos pero sabemos que con ellos lo seremos más.

En el camino no ha habido solo papeles. El amor de los nuestros, la comprensión de los compañeros, las facilidades y ayudas. Los nuevos amigos con los que compartimos las nuevas ilusiones y esperanzas. Los amigos de siempre que nos apoyan. La familia que nos sostiene.

A todos y cada uno de ellos les damos las gracias por estar con nosotros. Por preguntarnos en el momento justo. Por no preguntarnos justo en esos momentos. Por abrazarnos y besarnos. Por tomarse un café con nosotros. Por hablarnos. Por  saber escuchar nuestros silencios.

Y más ahora que comenzamos con los trámites de la adopción nacional, serán un poco más sencillos aunque mucho más lentos.

Compartir este camino lo hace más ligero, pero, sobre todo, es un gran motivo de alegría.

3 comentarios:

Ana Borrego dijo...

Bueno pues ya hace tiempo que Antonino me dijo que escribiría sobre la Adopción, pero no sabía que lo tenía preparado. Lo acabo de leer, a trozos porque es difícil hacerlo de una sola vez cuando te embarga la emoción.
Bueno pues por aportar algo tengo que decir que una de las decisiones más importantes que hemos tomado en la vida. Yo se que hay gente que piensa que estamos locos por meternos en este lío, aunque no te lo diga, claro, pero sinceramente lo único negativo que hasta ahora podría mencionar de este largo proceso es precisamente eso el paso del tiempo, la espera, por lo demás la experiencia está resultando muy positiva.
Espero y deseo que todo termine tal y como deseamos
Ana

Son dijo...

Ya sabía que estábais a la espera, pero os diré lo que se dice en estos casos: enhorabuena.

He vivido de cerca otras adopciones y he visto que son lentas, pero cuando llegan es como si el tiempo anterior se compactara y ya todo fuera ahora y mañana. Ya veréis como es una alegría.

Un abrazo!

pepa dijo...

Ya sabeis que nos alegramos mucho por vosotros pero no está demás que os lo recordemos. Aunque el embarazo os resulte muy largo y tedioso¡ánimo!Ya falta menos... Besos y abrazos fuertes