Como en las tiendecitas de barrio, encontrará casi de todo. Tenemos algo de cultura, un poco de política, cocina, literatura, cine, mucha fotografía, medio ambiente, un poco de deporte, viajes, familia, Andalucía, memoria histórica, Almodóvar del Río, nostalgia, Posadas, libertad, democracia, Córdoba, adopción, justicia, Sevilla, igualdad, Cazorla, fratenidad, progreso y mucho más. Pero pasen, comprueben el género. Cuidado no se me amontonen. ¡a ver! ¿quién va? Muy bien.¡dígame! ¿qué le pongo?
lunes, 15 de diciembre de 2014
sábado, 20 de septiembre de 2014
Manolo Matencio

Acabo de leer el último libro de Almudena Grandes "Las tres bodas de Manolita", una emotiva historia coral sobre los años de pobreza y desolación en la inmediata posguerra, y el tremendo sufrimiento de las familias que perdieron mucho más que una guerra.
Y a lo largo de su lectura, que justo hoy, 20 de Septiembre, he terminado, está presente la vida Manolo Matencio, mi abuelo. Luchador infatigable por las libertades, Masón, alfarero, republicano, padre, esposo, Guardia de Asalto, represaliado, preso político, comunista, trabajador, amigo, camarada, compañero.
Gozamos de una democracia, hoy, por la que muchas personas lucharon, pero que, como en el caso de Manolo, otros no llegaron a disfrutar.
Ya hace 40 años de su muerte, justo hoy. Todavía lo recordamos y lo hacemos en libertad. Ese es su triunfo. El nuestro.
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Playa de Berria en Santoña. Al fondo el Penal de El Dueso (1949-1957) |
martes, 11 de febrero de 2014
Y volver
Los dos están parados, mirando hacia arriba, en la misma dirección. Una mujer, muy arreglada ella, mira alternativamente, descreída, al padre y al hijo y al objeto de admiración.
- Papá, ¿y ahí que pone?
- Venga, ¿tú qué crees que pone?
Eeeeesssseeee, A, Enle
- ¿Cómo?, pregunta el padre, señalándose la nariz y diciendo la letra “ene”, que el hijo repite, ahora si, con buena pronunciación -¡Eso es!- le anima -¡muy bien! ¿qué más?
J-eeee, U, A, Ene, ¡Ole los tíos listos!
- No sé dice “tíos”, replica el niño.
- ¿y eso por qué?
- Porque eso lo dicen los niños mayores.
- ¡Ah!, vale. ¿Y ahora que viene?
Deeee, E, Ele, A, Pe, A, ele, eme, A.
La mujer, al cruzarse con ellos, no puede evitar sonreír admirada.
-¡Ay! ¡Qué te como a besos! ¡Si es que eres más listo!
- No soy listo, dice.
- ¡Ah! ¿no? ¿y eso quién lo dice?
- En el cole, papá. Los niños dicen que soy tonto porque yo no sé hablar,
Y ahora ¿qué?, se pregunta el padre. Bueno, hijo mío, ya aprenderás, le dice, que en eso estamos. Piensa un momento y continúa.
- Y cuándo te dicen eso ¿tú qué haces? ¿les dices algo?
- Yo les pego, dice, amagando golpear con la mano.
- ¿Y tú crees que eso está bien?
El niño no contesta. Sólo mueve de un lado a otro la cabeza, negando. Al padre le aparece de repente un recuerdo.
- ¿por eso os castigó la seño el otro día?
- Si, por eso- responde el niño, dirigiendo la mirada al suelo.
- Bueno, hijo mío. Tú recuerda que tan importante es hablar como tener algo que decir. ¡Mírame!- le dice, para llamar su atención- Tú tienes muchas cosas que contar. La próxima vez, en lugar de pegar, les explicas a los niños lo que te pasa. Porque tú sabes lo que te pasa ¿no?
- Qué tengo una boca especial- contesta, y se toca con el dedo, señalando el paladar.
- ¡Pues eso! Y si los niños continúan se lo dices a la seño o a los otros profes. Pero nada de pegar ¿vale? Y si no, a papá o a mamá ¿vale? para que te podamos ayudar. ¿de acuerdo?
- De acuerdo, papá.
- Pues venga vamos, y ahí ¿qué pone?, el niño, pensativo, con contesta.
- Pero ¿qué pasa? ¿estás enfadado?
- No, papá.
- ¿Estás preocupado?
- Ya no -dice- antes si, pero ahora no.
- Ah, vale!- le sorprende la respuesta- Entonces ¿qué te pasa?
- Ven, agáchate que te voy a contar un secreto, dice.
Y mientras se agacha recibe el abrazo del hijo que empieza a musitarle las palabras al oído.
- ¡Ay, qué te como! Yo si que te quiero. Te quiero de aquí a la Luna
- Pues yo si que te quiero, hasta la Luna y volver.
- Pues yo si que te quiero ...
Y así siguen, hasta que las risas rompen el juego y descubren el nombre de otra calle .... y el de otra ... y volver...
miércoles, 18 de diciembre de 2013
viernes, 22 de marzo de 2013
Una poesía para un día especial
La UNESCO declaró el 21 de Marzo como día internacional de la poesía:
"La poesía contribuye a esta diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la manera en que usamos las palabras y las cosas, nuestros modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas, y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye, pues, otra faceta posible del diálogo entre las culturas. Diversidad en el diálogo, libre circulación de las ideas por medio de la palabra, creatividad e innovación: es evidente que el Día Mundial de la Poesía es también una invitación a reflexionar sobre el poder del lenguaje y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona. Cada año, el 21 de marzo, la UNESCO celebra el Día Mundial de la Poesía. La decisión de proclamar el 21 de marzo como Día Mundial de la Poesía fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999. De acuerdo con la decisión de la UNESCO, el principal objetivo de esta acción es sostener la diversidad de los idiomas a través de la expresión poética y dar a los que están amenazados la posibilidad de expresarse en sus comunidades respectivas. Por otra parte, este Día tiene por objeto apoyar la poesía, la vuelta a la tradición oral de los recitales de poesía, promover la enseñanza de la poesía, el restablecimiento del diálogo entre la poesía con las demás manifestaciones artísticas, como el teatro, la danza, la música, la pintura y así sucesivamente, el apoyo a los pequeños editores y crear una imagen atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que el arte de la poesía ya no se considera una forma anticuada de arte, sino uno. La UNESCO anima a los Estados Miembros a tomar parte activa en la celebración del Día Mundial de la Poesía, tanto a nivel local como nacional, con la participación activa de las Comisiones Nacionales, las ONG y las instituciones públicas y privadas interesadas (escuelas, ayuntamientos, comunidades poéticas, museos, asociaciones culturales, editoriales, autoridades locales y así sucesivamente)."
Mi hijo, con 4 años, ha aprendido su primera poesía. Nos encanta oírlo recitar, con esa teatralidad tan infantil y la pasión que pone a todo lo que hace:
"Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado y acaricia tibiamente, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a mí con un trotecillo alegre, que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal..."
Platero y yo. Juan Ramón Jiménez
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